lunes, 7 de octubre de 2013

Cuyo Wine Travel parte 5, Familia Zuccardi

 Pasaron muchos días y recién me puedo hacer un tiempo para terminar con el relato de lo que fue el viaje a Mendoza, la visita de nuestro ultimo día de bodegas fue a la familia Zuccardi.

 Al igual que con las demás bodegas hicimos contacto antes de viajar y concretamos nuestro encuentro para almorzar en la “casa del visitante” y luego terminar con una cata súper interesante.

 Si bien el día de las clínicas lo vimos a Sebastián Zuccardi fue en el día del tasting que pudimos saludarlo y confirmar nuestra visita a su bodega unos días después. Para quien no lo conoce, Seba es el guía que tiene esta tercera generación de Zuccardi, de hecho fue el encargado de que sus abuelos tuvieran sus vinos, Emma que fue el ganador de nuestra cata a ciegas de bonarda y Tito que salio hace pocos meses.
  Bueno, comencemos

 Llegamos a "casa del visitante" y nuestra mesa estaba lista, almorzamos el “menú regional” que estaba compuesto por una sopa, empanadas de carne, empanadas de queso y cebolla, cortes varios a la parrilla y un helado de crema con frutillas, en vinos recorrimos la “Serie A” de Zuccardi, chardonnay – viognier, Bonarda 2011, Malbec 2011, Syrah 2011 y de la “Serie Q” Tempranillo 2010, al postre lo acompaño un Santa Julia Tardío y si bien uno de nuestros acompañante termino el almuerzo con café otros preferimos finalizarlo con el MALAMADO viognier.
 
 ¿Que puedo decir de los vinos? Todos correctos, algunas mas complejos que otros, sin duda el Tempranillo es históricamente “la uva” de Zuccardi, el Syrah esta muy bien, complejo y elegante, me sorprendió gratamente el MALAMADO viognier, había probado solo el malbec, creo que este es una muy buena opción en blancos encabezados, de hecho uno de mis compañeros de mesa hizo desaparecer la media copa que me quedaba en un descuido, pero bueno, no entrare en mas detalles.
 
 La comida bastante abundante y sabrosa, la atención impecable. Hay muchos restaurantes de Argentina que deberían aprender un poco de este lugar.

 Una vez con comida en nuestro cuerpo nos dirigimos a la bodega a probar más vinos. Estábamos en una sala privada con una copa para cada vino, en total… digamos que 13 copas terminaron en nuestro mantel de cata, si hablara de cada vino la nota seria extremadamente larga así que hablare de mis elegidos. Comenzamos con los espumantes de Alma 4, Pinot Rose y un Bonarda, debo decir que este ultimo llamo mucho mi atención, nunca había probado un espumante tinto, con todo el respeto que el vino merece tengo que hacer esta comparación, a la vista parecía coca-cola, claro en nariz súper complejo y en boca muy llamativo, esa mezcla de taninos, acidez, burbujas son extrañas de sentir todas juntas, ciertamente hasta el día de hoy lo recuerdo. Seguimos con “Serie A” empezando con un torrontes de Salta, repetimos Bonarda 2011 y cambiamos la añada para el Malbec que fue 2012, subimos un escalón y de la “Serie Q” nos encontramos con Malbec 2011, nuevamente con Tempranillo 2010, Cabernet Sauvignon 2010 y 2011, repito mi gusto por el Tempranillo y le sumo a este el Cabernet 2010 que esta increíble, sin dudas cada vez me gustan mas los cabernet de Argentina. Antes de seguir les cuento que unas semanas antes de viajar habíamos bebido con Silvio (cata y pluma) el “Q 2003 tempranillo”, estaba impecable, con notas de evolución y muy vivo. Habrá que probar el 2010 en el 2020 a ver como se mantiene. 
 Seguimos con otro vino que elijo sin lugar a dudas, es de esos vinos en donde los enólogos se divierten y le salen cosas increíbles, el “Tito”, un blend de Malbec, Cabernet Sauvignon y Caladoc, una uva que la pueden probar en la línea “Textual” de Zuccardi, ya habíamos probado el Emma y ahora con Tito a la par la familia se encuentra completa. ¿Será que en tres generaciones más probaremos “El Seba”?
 Ya acercándonos al final llegamos al antiguo tope de gama de la bodega, “Zuccardi Z”, actualmente desplazada un lugar por los “Aluvional”, este vino es un perfecto blend de las mejores cepas que tiene Zuccardi, Malbec, Cabernet Sauvignon y Tempranillo, probamos la añada 2009 que es la ultima que se encuentra en el mercado y la añada 2010 que esta pronta a salir, si bien los dos tienen mucha similitud la añada 2010 me conquisto un poco mas, no hay explicaciones lógicas en esto me parece, es solo cuestión de gusto. Que alegría genera ver como Argentina evoluciona en el manejo de la madera y le dan al vino solo lo que el resto de su estructura puede aguantar, es un trabajo realmente admirable, en este vino y en todas las líneas.
 Terminamos la impecable cata cómo los libros lo indican, con el Solería, un vino licoroso que no había probado y que me daba mucha intriga, se encuentra bajo la autoría del sector “MALAMADO” y sigue siendo un vino, al igual que sus otros productos, con la inspiración en Portugal, mas precisamente en la isla de Madeira. Este vino no paso su tiempo en barrica en la salas con temperaturas bajas como muchos conocen, sino todo lo contrario, paso alrededor de 3 años bajo el sol, esto de alguna manera “cocina” el vino y le aporta un complejidad notable que marca una diferencia muy grande con el resto de los encabezados que se elaboran en Argentina, un dato mas, el vino esta realizado con torrontes. Otra grata sorpresa de la bodega y un perfecto cierre de esta visita
 Si bien la familia Zuccardi esta hace muchísimos años en Mendoza, esa poca de sangre de Tucumán que tienen hace que le tenga un cariño adicional que además se suma por la calidad de sus vinos.
 Gracias a Juan Guzmán y Seba Zuccardi por coordinar la visita y a Emilio Pardo por acompañarnos durante toda la degustación. Sin dudas una experiencia recomendable