Antes que nada perdón por la demora, estuve
con días movidos que no me permitían sentarme a escribir un poco. Empecemos.
Nuestro segundo despertar en Mendoza tenia
como objetivo inicial el concurrir al segundo día del “Premium Tasting”, día en
el que se desarrollaría el “tasting” propiamente dicho, la cita era a las 18hs
lo que en esta provincia significa que podemos aprovechar el día y visitar alguna
bodega. Como no siempre es bueno improvisar unos días antes de
viajar contactamos a Guillermo Barbier para visitar su bodega, Viña 1924 – De Angeles,
de todas maneras de la visita les cuento en la próxima nota.
18:00 hs, llegábamos al hotel
intercontinental, la multitud en el segundo piso nos daba la pauta de donde
seria esta seleccionada cata, un grupo de chicas de HSBC nos recibían y a
cambio de nuestra entrada nos ofrecían una pulsera que nos habilitaba para la degustación
y una carpeta donde se encontraban algunos folletos y las hojas que nos servirían
para tomar las notas correspondientes sobre los 26 vinos que probaríamos. Como
les había comentado antes, el mundo del vino tiene esa magia especial que nos
genera amistades en todos lados y en este evento me encontré con gente de
Rosario, Entre Ríos, Mendoza, Buenos Aires y claro, mis compañeros de viaje de Tucumán,
todos unidos por el vino, imposible no sentirse en casa así.
Ingresamos, todas las mesas en perfecto orden
y con las herramientas necesarias para pasar una tarde increíble, buscamos ubicación
y unos minutos mas tarde entrarían nuestros guías, Fabricio Portelli, con todo
ese carisma y humor que hizo que la noche llegue sin darnos cuenta y Paz Levinson, una
chica tímida con un conocimiento superlativo que al hablar todos callaban solo
para oirla. En las primeras filas se encontraban ellos, los hacedores de esos
vinos que nos dan prestigio en todas partes del mundo.
El tasting se dividió en cinco tandas, cuatro
de cinco vinos y la ultima de seis, la verdad que todos vinos increíbles, en
sus diferentes ideas y formas cada uno transmite "Argentina". A modo de juego se
propuso hacer una elección personal, como las botellas se servían tapadas
pudimos elegir por el vino y no por la marca o enólogo, aunque mis elecciones
me hacen pensar que hubiera sido lo mismo, mi paladar ya casi no me sorprende
como en otros tiempos, supongo que me estaré volviendo mas sincero conmigo
mismo.
Hilando muy fino mis preferencias fueron las
siguientes:
Primera tanda: Montesco
Parral 2010 (Passionate Wine), Quimera
2009 (Achaval Ferrer) y Sophenia
Reserve Cabernet Sauvignon 2011 (Finca Sophenia)
Segunda Tanda: Malbec
Familia 2008 (Durigutti Wines), Mai
2008 (Kaiken) y Bramare Marchiori
Vineyard Malbec 2010 (Viña Cobos)
Tercera Tanda: Gran
Enemigo 2009 (Aleanna), Alfa Crux 2006
(O Fournier) y Mendel Unus 2010
(Mendel)
Cuarta Tanda: Malbec
Atrevida 2010 (Manos Negras), Noemia
Malbec 2010 (Bodega Noemia) y Grand
Vin 2009 (Fabre Montmayou)
Quinta Tanda: Nicasia
Vineyard Altamira 2009 (Catena Zapata), Single Vineyard Suarez Lastra 2009 (Trapiche) y Aluvional El Peral 2009 (Zuccardi)
Una vez mas, los vinos que probamos tenían todos un
gran nivel, hablando con otros participantes que asistieron años anteriores
comentaban justamente eso, el nivel de este año fue mucho mejor, un poco de
tranquilidad para la enología Argentina que demuestra que va por el buen camino,
el que avanza.
Finalizada la cata nos dirigimos al lobby donde
nos esperaba mucha comida, una barra de tragos y una mesa de panes montada estratégicamente. Este “brindis final” lo disfrutamos todos los asistentes, ahí pudimos conversar
con amigos, enólogos, organizadores y nuestros guías de lujo durante el evento.
Una experiencia llena de aprendizaje que
espero poder repetir el año próximo, ojala sigamos los mismos y mas.
